Morir Soñando.



Au fait, se disait-il a lui-même, il parait que

mon destin est de mourir en rêvant
(Stendhal, Le Rouge et le Noir, LXX, «La tranquillité»)










Morir soñando, sí, mas si se sueña

morir, la muerte es sueño; una ventana

hacia el vacío; no soñar; nirvana;

del tiempo al fin la eternidad se adueña.


Vivir el día de hoy bajo la enseña

del ayer deshaciéndose en mañana;

vivir encadenado a la desgana

¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?


¿Soñar la muerte no es matar el sueño?

¿Vivir el sueño no es matar la vida?

¿A qué poner en ello tanto empeño?:


¿aprender lo que al punto al fin se olvida

escudriñando el implacable ceño

-cielo desierto- del eterno Dueño?



Miguel De Unamuno.


Compañeros de Ruta