Aqui Lejos.

He sido en tantas tierras extranjero

digamos que recorrí los bulevares
como si fueran el desierto de atacama
o me abracé más náufrago que nunca
a mi tablón de cielitos y gardeles

pese a todo no dejé de cavilar
en mi español de alivio
aunque me rodearan lisboetas o bávaros
ucranianos o tesalonicenses

y así fui construyendo la pasarela
de mi regreso terminal

he sido en tantas tierras extranjero
y ahora que por fin estoy aquí
hay nubes entre el sol y los presagios

no es que el futuro se arrodille
en el umbral del abandono

ni que la atávica miseria fije
su mirada oprimente y exangüe
en los ventanales del poder

no es que los jóvenes renuncien
a exorcizar de veras a la muerte
con sus vaivenes en tierra firme

por lo pronto nadie ha conseguido
expulsarlos de su burbuja acorazada

¿y entonces qué?¿por qué me siento un poco extraño
y/o extranjero
(en francés son sinónimos)
en este espacio que es mio y nuestro?

¿por qué las mezquindades
las jactancias de zócalo
parecen dichas en otra lengua
que no es gaélico ni flamenco
ni búlgaro ni euskera
pero tampoco es totalmente mía?
 
¿por qué la solidaridad es apenitas
la película sordomuda que no encuentro
en los catálogos de los videoclubes?
después de todo¿qué paso con la confianza?
¿les echaremos por fin toda la culpa
a los milicos?
(Bastante tienen con la que ya tienen)
¿o tal vez los milicos descubrieron
dónde estaba nuestro mezquino taloncito
de insolidario aquiles?

naturalmente hay dos países
y cada uno tiene sus provincias
 
sabemos que aquí anidan
la memoria ilegal la indestructible
el saldo flaco de lo solidario
cruces peladas y sin flores
migajas de una que otra pesadilla

labios de cautivante primavera
que por cierto no estarán esperándonos
en las calaveras del invierno
 
húmedas tristezas con final feliz
ganas de creer en medio del rebato
pájaros que vuelan infalibles
sobre los borradores de la dicha
muestrario de cadáveres amados
fe que le nace a uno de las tripas
crepúsculos más acá del corazón
y sobre todo borrachera de utopías
esas que según dicen ya murieron
 
si me tomas el pulso
si te lo tomo yo
verás/veré que hay menos osadías
por minuto y por sueño

 
sé que aquí habitan los enteros
y su entereza no es de las que encogena la segunda lluvia
o a la primera sangre
pero se trata de una entereza animal
de bicho duro que pasó por el fuego
por el miedo por el rencor por el castigo
por la frontera del desencanto
y quedó chamuscado memorioso
convaleciente desvalido
 
vaya a saber por qué
la sintaxis de los muros ha cambiado
cada solo reprocha todo a todos
el odio solitario es un pabilo
de qué sirve un pabilo en la espesura de la bruma
una tapia individual no es la paz ni la guerra
tan sólo es una tapia individual
 
como bien dijo Juan / en el exilio
tu país es este cuarto lleno de tu país

pero ahora Juan qué nos ha ocurrido
mi país ¿un país vacío de mi país?
 
vino el buitre a traernos el miedo
el murciélago a llevarnos la noche
vino el tero a dejar sus alarmas

en tantas tierras he sido extranjero
me consta que no debo serlo aquí
 
alguien podría traducir mis desahucios
mis consternaciones mis destierros en cruz
alguien podría misteriar mi evidencia
que es como decir ponerla al día
para que el eco sepa
por fin de qué está hablando
 
no estaría mal que alguien trasmitiera
a los tímpanos de mi infancia
los engaños de hogaño
y de paso
las campanadas del delirio corriente
el monólogo sereno de los grillos
intuyo que dentro del país que desconozco
está el otro que siempre conocí
 
más de una vez he creído advertirlo
en ciertos guiños infinitesimales
en la solera de una vanagloria
en el reproche de un cansancio
en el garabato de un niño que no sabe
quién es quién ni qué es qué pero no importa
 
hay un país que guardó sus letargos
sus aleluyas y sus medias tintas
lo guardó todo bajo siete cautelas
y se resiste a revelarlo
 
sin embargo puedo allí guarecerme
y no es un frágil 
cobertizo
 
hay un país que respira
en silencio o en vano
pero al menos respira
atrincherado en su altivez de ser
o en sus recelos de no ser
replegado en su memoria indefensa
sabiendo que de poco le sirve recordar
y sin embargo recordando
consciente o inconsciente
de que ahí están las claves

cercado por el olvido y los agüeros
al menos tiene un espacio en recompensa

sus insistentes faros iluminan
a duras penas el remanso de lo ido
y hacen inventario de quimeras y pánicos
de bienaventuranzas y agonías

se trata de un país
que supo y sabe amar sin atenuantes
y también odiar como dios manda
 
abrevadero embalse mito
cripta de penurias almacenadas
en las cuatro estaciones
y a los cuatro vientos
 
con soledad no ofendo ni temo
y no obstante temes y te temen
ofendes y te ofenden
ocurre que la soledad no es un seguro
ni menos un sagrado
 
soledad no es libertad
(ya es hora de aceptarlo)
sino pálida añoranza del otro
o de la otra
del borde de la infancia
de dos o tres misiones incumplidas

con la palabra enlazo signos
identidades de mi país secreto
y mi país secreto se levanta
y cuando al fin me roza con sus sílabas
entonces yo lo asumo con mi voz cascada

sabe que me hacen falta sus señales
vacantes y bacantes de su fronda
las ellas y querellas de su vino
sus méritos de estambre
sus vellones
 
sabe el país secreto
vale decir mi patria sigilosa
que su belleza su consolación sus apetitos
aprendieron en la derrota el derrotero
 
y sabe que sus sábanas
blanquísimas de llanto
o abrasadas de semen
acumulan y acunan inocencias
y dirimen sus bregas con el mundo y la vida
 
no todos los relojes
concuerdan con mi hora

siempre hay corazones que adelantan
suspicacias que atrasan

pero voy descubriendo
otros destierros de otros
que empiezan o concluyen
destierros que se fueron allá cerca
y vuelven aquí lejos

 
aquí lejos está
nunca se ha ido el país secreto
el hervidero de latidos
los tugurios del grito
las manos desiguales pero asidas
la memoria del pan
los arrecifes del amor
el país secreto y prójimo

algún día aquí lejos
se llamará aquí cerca

 
y entonces el país
este país secreto
será un secreto a voces 

-
A un año de tu muerte, seguis en los corazones de todos los habitantes de tu país secreto.

Mario Benedetti (14/09/1920 - 17/05/2009)

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