solo ante un infinito
que cada vez màs breve
dice el sobremuriente en la escollera
tengo derecho a mi desànimo
tengo derecho al miedo
el mundo rueda incandescente
y el hombre / esa paràbola de fuego
àlla sin saber que està muriendo
allà lejos / es decir aquì al lado
los penúltimos cubren el desierto
el espejismo es de un metal infame
los camellos apartan sus ojos de la arena
para seguir soñando en otro oasis
el aire es de veneno
el verde es clandestino
ya no hacemos ni sombra en la ceniza
calmo ante el mar ensimismado
solo ante un infinito
que es cada vez màs brevedice el sobremuriente en la escollera
tengo derecho a mi desánimo
tengo derecho al miedo.
Mario Benedetti
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