Ah, ¿quien me salvará de existir?

Ah, ¿quién me salvará de existir? 
No es la muerte lo que quiero, ni la vida
es aquella otra cosa que brilla en el fondo 
del ansia como un diamante posible 
en una caverna a la que no se puede descender. 

Es todo el peso y toda la angustia 
de este universo real e imposible, 
de este cielo estandarte de un ejército desconocido, 
de estos tonos que van empalideciendo
por el aire ficticio, 
de donde el creciente imaginario de la luna
emerge en una blancura eléctrica quieta, 
recortado en lejano e insensible.

Es toda la falta de un Dios verdadero
que es el cadáver vacuo del cielo alto 
y del alma encerrada. 
Cárcel infinita: ¡porque eres infinita 
no se puede huir de ti!

Regla es de la vida que podemos 
y debemos aprender con todo el mundo. 
Hay cosas de la seriedad de la vida 
que podemos aprender con charlatanes y bandidos, 
hay filosofias que nos proporcionan los estúpidos, 
hay lecciones de firmeza y de ley 
que vienen en el ocaso y en los que son del ocaso. 
Todo está en todo.


Fernando Pessoa.

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