Soneto 12.


Morir es retirarse, hacerse a un lado,

ocultarse un momento, estarse quieto,

pasar el aire de una orilla a nado

y estar en todas partes en secreto.


Morir es olvidar, ser olvidado,

refugiarse desnudo en el discreto

calor de Dios, y en su cerrado

puño, crecer igual que un feto.


Morir es encenderse bocabajo

hacia el humo y el hueso y la caliza

y hacerse tierra y tierra con trabajo.


Apagarse es morir, lento y aprisa,

tomar la eternidad como a destajo

y repartir el alma en la ceniza.



Jaime Sabines.

Compañeros de Ruta